
7 errores comunes al practicar yoga en casa y cómo evitarlos
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Practicar en casa es liberador… si sabes cómo hacerlo bien
El yoga en casa te da libertad, intimidad y flexibilidad. Pero también puede volverse un terreno de malos hábitos, lesiones o abandono si no se hace con conciencia. Aquí te mostramos los errores más frecuentes que cometemos al practicar por nuestra cuenta… y cómo evitarlos con inteligencia (y sin culpas).
1. No tener un espacio definido
Error: Practicar donde sea, cuando se pueda, entre interrupciones.
Solución: Dedica un lugar, aunque sea pequeño, que esté ordenado, limpio y te inspire. Tu mente reconocerá ese espacio como un refugio, y eso sostendrá el hábito. (Si no sabes por dónde empezar, aquí tienes una guía completa
2. Improvisar sin estructura ni intención
Error: Estirar un poco, hacer “lo que me sale” o repetir siempre la misma secuencia.
Solución: Elige una secuencia, un foco o una guía. Puede ser una clase grabada, una serie de posturas o un tema: “abrir el pecho”, “calmar la mente”, “movilizar la espalda”. La intención guía la práctica.
3. Imitar sin escuchar
Error: Hacer posturas “como se ven en Instagram” o seguir clases sin adaptar a tus necesidades.
Solución: Escucha tu cuerpo antes que al profesor. Si una postura duele o te hace perder la respiración, no es para ti hoy. Modifica, apóyate, o cambia.
4. Ignorar las transiciones
Error: Pasar de una postura a otra sin conciencia, con tensión o descuido.
Solución: Las transiciones son parte de la práctica. Moverse lento, con atención entre posturas, es lo que convierte una clase en una meditación en movimiento
5. Saltarte el descanso final (savasana)
Error: Terminar la práctica y salir corriendo a hacer cosas.
Solución: Aunque sean 3 minutos, quédate en savasana. Ese descanso integra todo lo que hiciste y ayuda al sistema nervioso a cerrar el ciclo de la práctica.
6. No adaptar el nivel o repetir errores posturales
Error: Querer avanzar demasiado rápido o forzar el cuerpo a “llegar” a una forma estética.
Solución: Usa soportes, cuerdas, bloques o pared. El yoga con ayuda no es para principiantes, es para inteligentes. Aprender a modular tu práctica es lo que la hace sostenible.
7. No sostener una frecuencia
Error: Practicar una vez a la semana y frustrarse porque “no avanza”.
Solución: Mejor 10 minutos diarios que una hora el domingo. La constancia crea el progreso, no la intensidad. Ancla tu práctica a un horario o hábito que ya exista: después del café, al cerrar el portátil, antes de dormir.
¿Por qué esto importa más si haces yoga con cuerdas?
Porque el yoga en suspensión requiere atención, orden y precisión. Si empiezas a colgarte sin escucha o técnica, puedes perder los beneficios… o hacerte daño. Por eso, aprender a practicar bien en casa, desde lo básico, es la mejor inversión que puedes hacer en tu bienestar.
¿Quién necesita leer esto?
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Practicantes que sienten que “algo les falta” al practicar en casa
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Personas que han abandonado su rutina y no saben cómo retomarla
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Profesores que quieren dar mejores indicaciones a sus alumnos online
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Quienes están preparándose para incorporar el yoga kurunta en casa
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Personas con estrés, rigidez o ansiedad que necesitan orden interno a través del cuerpo
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